La mayoría de puestos de trabajo implican pasar muchas horas en esta postura, sentados frente a una mesa, por lo que este tipo de problemas y molestias son muy habituales. Para prevenirlos, el mobiliario ergonómico, y en especial las sillas de oficina, resultan claves. Además, estudios como el llevado a cabo por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, ponen de manifiesto los beneficios de una buena ergonomía en los puestos de trabajo, entre los que destacan la reducción de costes derivados de dolencias y mejoras en la productividad de los empleados.
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